
Se acerca una fecha clave para los estudiantes, tendremos que atender a la ansiedad y estudios en adolescentes. Y precisamente para aquellos que más tranquilidad precisan es para los que mas se complica, con la temible ansiedad (estrés cortisol ansiedad).
En primer lugar debemos comprobar la presencia de las siguientes:
- Las expectativas de éxito desmedido y de notas grandiosas,
- El poder estudiar profesiones de éxito,
- Las influencias de los padres y madres en estas expectativas,
- Los exámenes continuos.
Determinan que los niveles de estrés se disparen y en muchas estudiantes la ansiedad se hace con el :
- control físico (hasta las somatizaciones) y
- poder mental (trastornos del estado del ánimo y ansiosos, les torna un carácter neurótico).
Lo cual tiene repercusiones directas en el hábito de estudio.
Desde estudiar más o a mayor ritmo para adelantar y creer saber más hasta dejar de hacerlo por inapetencia depresiva total.
Bloquearse ante la realización del examen que por otra parte momentos u horas antes tenía plenamente controlado olvidándose de formula, definiciones y hasta del correcto cálculo más elemental.
No consiguen centrar la concentración y como consecuencia no comprenden lo que leen, ni aprovechan el tiempo ni en el examen consiguen eficacia siendo el resultado un auténtico fiasco académico.
También se hacen dispersos en el sentido de divagar en temas y contenidos que nada tiene que ver con la prueba en concreto y centrando la atención en temas variados pero secundarios.
El humor se hace lábil, es decir, voluble fluctuante y vaporoso.
Pasan del “enojón” injustificado a la susceptibilidad y a la alegría desmedida y rápidamente. Pueden dormir mal es decir que o no concilian el sueño, o se despiertan muy pronto o lo tienen entrecortado, y dejan de realizar actividades antes importantes y necesarias para centrarse en la tarea infructuosa de estudiar.
Son como rodamientos que giran sin parar pero sin avance alguno.
Se hace necesario valorar una adecuada medicación.
Practicar la paciencia sin límite.
Dando tiempo al tiempo, estudiando cuando realmente se sienta mejor y motivado. Procurando ir viviendo el día a día y centrarse en aquellas materias que aún se pueden sacar adelante como motores de la motivación al cambio.
La meditación, tipo mindfulnes para desarrollar técnicas de atención plena, que nos ayuden al autoconocimiento, la detección de estrés y el desarrollo del autocontrol emocional.
La relajación como método de encontrar tranquilidad en determinados momentos de descontrol cognitivo.
La práctica del ejercicio diario o frecuente, semanalmente desarrollado, permite:
- la oxigenación,
- añade relajación,
- conlleva superación y
- es muy motivador/distractor.
La programación del tiempo diario y semanal como forma de organización y descarga de estrés.
Evitar los agobios del último día y la planificación real y concreta de tiempos de:
- estudio,
- ocio y
- deporte.
El empleo de agenda de estudio ayuda en la programación.
La programación facilitará descargar la memoria, todo está en la agenda y eso evitará estar también preocupados por lo que debemos de hacer.
Y el aumento de los momentos de estar en relación con otras personas, de las relaciones sociales ( por aquello de la secreción de la oxitocina) son prácticas recomendables para reducir los niveles de estrés a los que se enfrentan los adolescentes y resto de estudiantes en estos momentos cruciales.
. Y precisamente para aquellos que más tranquilidad precisan es para los que mas se complica, con la temible ansiedad (estrés cortisol ansiedad).
La presencia de las siguientes:
- Las expectativas de éxito desmedido y de notas grandiosas,
- El poder estudiar profesiones de éxito,
- Las influencias de los padres y madres en estas expectativas,
- Los exámenes continuos.
Determinan que los niveles de estrés se disparen y en muchas estudiantes la ansiedad se hace con el :
- control físico (hasta las somatizaciones) y
- poder mental (trastornos del estado del ánimo y ansiosos, les torna un carácter neurótico).
Lo cual tiene repercusiones directas en el hábito de estudio.
Desde estudiar más o a mayor ritmo para adelantar y creer saber más hasta dejar de hacerlo por inapetencia depresiva total.
Bloquearse ante la realización del examen que por otra parte momentos u horas antes tenía plenamente controlado olvidándose de formula, definiciones y hasta del correcto cálculo más elemental.
No consiguen centrar la concentración y como consecuencia no comprenden lo que leen, ni aprovechan el tiempo ni en el examen consiguen eficacia siendo el resultado un auténtico fiasco académico.
También se hacen dispersos en el sentido de divagar en temas y contenidos que nada tiene que ver con la prueba en concreto y centrando la atención en temas variados pero secundarios.
El humor se hace lábil, es decir, voluble fluctuante y vaporoso.
Pasan del “enojón” injustificado a la susceptibilidad y a la alegría desmedida y rápidamente. Pueden dormir mal es decir que o no concilian el sueño, o se despiertan muy pronto o lo tienen entrecortado, y dejan de realizar actividades antes importantes y necesarias para centrarse en la tarea infructuosa de estudiar.
Son como rodamientos que giran sin parar pero sin avance alguno.
Se hace necesario valorar una adecuada medicación.
Practicar la paciencia sin límite.
Dando tiempo al tiempo, estudiando cuando realmente se sienta mejor y motivado. Procurando ir viviendo el día a día y centrarse en aquellas materias que aún se pueden sacar adelante como motores de la motivación al cambio.
La meditación, tipo mindfulnes para desarrollar técnicas de atención plena, que nos ayuden al autoconocimiento, la detección de estrés y el desarrollo del autocontrol emocional.
La relajación como método de encontrar tranquilidad en determinados momentos de descontrol cognitivo.
La práctica del ejercicio diario o frecuente, semanalmente desarrollado, permite:
- la oxigenación,
- añade relajación,
- conlleva superación y
- es muy motivador/distractor.
La programación del tiempo diario y semanal como forma de organización y descarga de estrés.
Evitar los agobios del último día y la planificación real y concreta de tiempos de:
- estudio,
- ocio y
- deporte.
El empleo de agenda de estudio ayuda en la programación.
La programación facilitará descargar la memoria, todo está en la agenda y eso evitará estar también preocupados por lo que debemos de hacer.
Y el aumento de los momentos de estar en relación con otras personas, de las relaciones sociales ( por aquello de la secreción de la oxitocina) son prácticas recomendables para reducir los niveles de estrés a los que se enfrentan los adolescentes y resto de estudiantes en estos momentos cruciales.
En consecuencia, si tienes hijos adolescentes pasando estos duros momentos del año o tienes adolescentes estudiantes en tu entorno y crees que podemos ayudar:
!llámanos!
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