Objetivos del nuevo año:

navidad 1024x682 - Objetivos del nuevo año:

Llega la Navidad.

Como cada año, llegan los objetivos del nuevo año, entramos en un periodo caracterizado por los buenos sentimientos, las disposiciones a ser mejores, la puesta en práctica de valores habitualmente poco tenidos en cuenta, el gasto casi desmesurado, las reuniones familiares, las cenas entre amistades y laborales, el agobio de los regalos, las decisiones sobre donde cenar o que comer,…y este año además se une la incertidumbre ante unas posibles elecciones o un pacto con el independentismo radical al que se le  podrían unir, según PSC, nueve naciones, sublevadas por la desigualdad político tributaria. Lástima que la sumisa Asturias no sea una de ellas.

Como cada año, entramos en un periodo  entre alegre y nostálgico, divertido hasta el hartazgo, largo por costoso, quizás demasiado empalagoso pero a la vez necesario. Es un momento de parón aunque se esté de vacaciones. Un momento marcado por ser diferente al resto del año.

No es necesario ser creyente

La publicidad  ha hecho que hasta los grandes almacenes, cada día más pequeños, las inmensas web de ventas de productos se convirtieran en las catedrales a visitar, a las cuales pedir los deseos materiales más sorprendentes y costosos, que en cualquier caso, harán de las personas los seres más felices, al menos en ese mismo momento. Por cierto da igual el momento, los reyes ya se celebran cualquier día del año, y en todos existe alguna razón publicitaria para hacerlo. La felicidad en este sentido es más que perecedera, algunos hasta se la pone por montera y la cambian al día siguiente. Todo vale pero en Navidad aún más. Esto nos hace pensar entonces, ¡en que es diferente la Navidad!

Las personas se hacen voluntariamente tolerantes y cada cual puede disfrutarla como le plazca. Algunos hasta se hipotecan para poderlas pasar. Otros bajo la idea de huir del hartazgo se escapan a lugares de verano,  y luego se les ve copa en mano celebrando el año nuevo.

Todo vale, nada es necesario, y las cosas los hábitos sencillos se han perdido, con el cambio climático no les ha dado tiempo a congelarse. Son vagos recuerdos de hace dos días. Porque ahora, todo es deprisa y corriendo, no da tiempo a adecuarse a las situaciones novedosas y al día siguiente eres un viejo, un carca o un pureta.

Esta Navidad es especial, creo que deberíamos de repensarla. Creo que no hace falta volver al pueblo en Navidad, ni ser especial porque la publicidad dice que se ha de andar sonriente por la calle en espera del gordo de lotería.

Esta Navidad deberíamos ser más auténticos.

Es decir que se debería de rechazar todo lo superfluo y solo así hasta los políticos dejarían de ser tan hipócritas.

Esta Navidad yo me plantearía:

Comprar solo un décimo de lotería nacional o ninguno, pues nunca toca al que lo necesita.

Huir de compras materiales. El coche para cuando realmente sepan los dirigentes como será el futuro energético. Casi mejor un patinete, ecológico, insonoro, se hace ejercicio y ocupa poco espacio

Compartir este periodo con las personas relamente importantes, evitar los tóxicos no solo etílicos sino los personales. Nos quedaríamos con apenas un puñado de buenas personas, al menos con nosoros.

Escoger los momentos para estar en compañía familiar y con amistades, pero solo si lo deseamos. Estas personas son como las perlas de verdad, pocas y muy caras. Momentos audaces  por el riesgo. Escasos por la privacidad. Creo que pediré a los reyes privacidad y permiso para estar solo.

Plantearme metas reales del próximo año, que puedan ser cumplidas. Serán solo aquellas que nos permitan o den o traigan un poco de satisfacción, felicidad o amor. Aunque en realidad todo esto depende de nosotros mismos como casi todo.

También me plantearía hacer algo nunca realizado, pensado quizás en algún momento. Que nos motive a cambiar, a mejorar o al menos salir del área de confort angustiosa en la que habitualmente nos dejamos llevar. Pero el año que viene en este dejamos todo como está.

Procuraría “pedir-me” fuerzas para solucionar problemas, porque nadie te las dará.

Y pediría que todos y todas fuéramos capaces de disfrutar este momento tan especial porque entre otras cosas mañana ya veremos que pasará.

Desde Psiquiastur os deseo lo mejor de este gran momento del año que es la Navidad, y que todos, todos los deseos de mejora  os sea concedidos.

Feliz Navidad y próspero año nuevo como no iba a ser de otro modo.

En Psiquiastur – Psicólogos Gijón te podemos ayudar